martes, 25 de mayo de 2010

¿Cómo serán los libros electrónicos en el futuro?


¿Se imagina poder leer las noticias o sus libros favoritos en una pantalla flexible y a color? Empresas especialistas están trabajando para que pronto sea posible.

La tecnología de los libros electrónicos no deja de avanzar. En concreto y para finales de año, varios fabricantes lanzarán nuevos lectores de e-books con una tecnología de pantalla sorprendente. La próxima generación de e-readers nos ofrecerá grandes innovaciones centradas en la capacidad de reproducir imágenes en color, en la visualización de contenidos en video y en el desarrollo de dispositivos aun más ligeros que los actuales, con pantallas flexibles (aunque todavía no podrán plegarse) y resistentes a golpes y caídas que sus predecesores.


Todas estas mejoras abrirán las puertas de una nueva era de contenidos para libros electrónicos: ya sean gráficos en color (pensemos en los libros de texto para niños) y contenidos en video (idóneo para revistas o periódicos electrónicos). Además, los nuevos dispositivos tendrán una durabilidad muy superior a sus antecesores. No podemos olvidar que, por el momento, las pantallas LCD de nuestros smart-phones o PC aún no están bien adaptadas para servir como sustitutas del papel, pues al estar retroiluminadas no se pueden leer durante mucho tiempo sin que fatiguen los ojos del usuario.

Las pantallas de E-Ink

La mayoría de los lectores de libros electrónicos que existen en el mercado utilizan unas pantallas denominadas de “papel electrónico” que son fabricadas por la compañía E-Ink (adquirida recientemente por la empresa taiwanesa Prime View Internacional, PVI). Los productos Vizplex de E-Ink se fabrican usando la electroforesis; en esta tecnología, pequeñas microcápsulas conteniendo partículas blancas y negras se suspenden en un fluido que queda sellado en el interior de una lámina de plástico que se lamina sobre un circuito electrónico.

Las partículas negras y blancas de esta tecnología responden de manera diferente a las cargas eléctricas negativas y positivas, de modo que la superficie de la pantalla mostrará blanco o negro dependiendo de cuales surjan y se hagan visibles.

Los fabricantes están aumentando sus esfuerzos para enriquecer la experiencia de usuario gracias a tres conceptos básicos: el diseño, el peso y la pantalla. De entre las mejoras, destacan su delgadez y su alta resolución, lo que permite obtener unas fuentes muy nítidas en un equipo tan fino y ligero. Además, las pantallas de E-Ink tienen un consumo energético bastante reducido, ya que no necesitan retroiluminación para visualizar el contenido, sino que funcionan con luz reflectante; es decir, que al igual que con el papel, necesitamos luz ambiental para visualizar la información de la pantalla. En concreto, un monitor de tinta electrónica gana contraste al ser iluminado por los rayos del sol, mientras que con la tecnología LCD es poco legible en estos entornos.

Existe otro motivo del por qué el “papel electrónico” consume menos energía que los LCD. La electroforesis nos proporciona pantallas biestables; es decir, que el sistema puede mantener una imagen sin la necesidad de estar encendido o apagado. Eso sí, sólo considera la última imagen que estábamos viendo justo antes de apagar el aparato. Es por eso que el consumo de la batería de estos lectores con pantallas de papel electrónico se mide según el número de páginas que puede ver el usuario.

Inconvenientes del papel electrónico

El principal defecto de esta tecnología es su elevado tiempo de respuesta; es decir, lo que tarda el dispositivo en cambiar el contenido de la imagen o en pasar de página. Además, se produce un ligero parpadeo siempre que se modifica la imagen. Este problema funcional suele ser una de las mayores quejas de los usuarios y se produce porque el tiempo de respuesta de la pantalla es de, por lo menos, unos 200 milisegundos, mientras que LCD tan sólo tarda unos dos milisegundos en cambiar el contenido de la imagen. No obstante, continúa el debate sobre si los monitores LCD son más lentos a la hora de reproducir movimientos muy rápidos en video, frente a los de plasma u otras pantallas basadas en fósforo.

Mientras tanto, la mayoría de los usuarios que utilizan e-readers se han adaptado al tiempo de respuesta prolongado, porque a efectos prácticos, el retraso no es tan largo si lo comparamos con el tiempo que se tarda en pasar las páginas de un libro físico. Obviamente, este tiempo de espera sí supone una desventaja si deseamos reproducir video en nuestro dispositivo, por lo que al día de hoy, los libros electrónicos no sirven para reproducir imágenes en movimiento.

Otro de los inconvenientes es la ausencia de color, que no se trata de un problema grave para los contenidos solamente de texto. Pero esta limitación hace que una gran variedad de contenidos en color se escapen de las posibilidades del usuario, como revistas, libros infantiles, libros de texto ilustrados, y cualquier otro medio con fotografías e ilustraciones.

También, hay que tener en cuenta que la primera generación de libros electrónicos no ha sido diseñada para sufrir el grado de uso y desgaste provocado por los más pequeños. Las pantallas flexibles tienen menos riesgo de rotura en el caso de recibir un golpe o de caer al suelo. Además, una pantalla flexible es más ligera y permite hacer más portátiles los lectores de gran formato (actualmente el Kindle DX de Amazon es un modelo relativamente pesado con poco más de medio kilo).

¿Tinta electrónica o LCD?

Los monitores LCD reproducen magníficamente imágenes y video en color, pero también consumen una gran cantidad de energía, sobre todo para dispositivos móviles, lo que puede suponer una gran desventaja si queremos pasar varias horas leyendo un libro electrónico. Tampoco hay que olvidar que, sobre todo en monitores LCD de gran tamaño, el riesgo de rotura obliga a utilizar tecnologías para reforzar la pantalla que aumentan el peso final del dispositivo. Por esta razón, el peso de la pantalla LCD puede ser una seria amenaza si vamos a estar sujetando nuestro libro electrónico durante mucho tiempo.

Otra de las alternativas que barajan los fabricantes es aplicar a los nuevos lectores electrónicos monitores LCD monocromos. Desde por ejemplo, ofrecen Libre Pro, un e-reader diseñado con una pantalla monocroma de 5 pulgadas desarrollada por Toshiba. Al ser un dispositivo LCD, desaparece el problema del tiempo de respuesta con cada página y, como novedad especial, se prolonga la vida de la batería considerablemente porque no utiliza el sistema de retroiluminación usado habitualmente en los LCD. Según estimaciones de Aluratek, con este dispositivo podremos leer de 22 a 24 horas con cada carga de batería, siempre y cuando no tardemos más de 60 segundos en pasar cada página.

Desde E-Ink se está considerando el desarrollo de alguna de estas cuestiones en futuros productos, gracias a la colaboración de varias empresas asociadas, según Sri Peruvemba, vicepresidente de Marketing de la compañía. Por ejemplo, el modelo Skiff Reader, respaldado por Hearst Corporation y presentado en el pasado CES, ha sido diseñado especialmente para mostrar la información de periódicos, gracias a su pantalla táctil flexible de 11,5 pulgadas que permite visualizar contenidos en papel electrónico. Hay que decir que esta pantalla ha sido fabricada conjuntamente por E-Ink y LG. Además, también se ha potenciado la conectividad de Skiff Reader, ya que soporta redes 3G y WiMax.
La nueva compañía propietaria de E-Ink, Prime View Internacional (PVI), le está ayudando a desarrollar una pantalla de papel electrónico en color. Precisamente, y de acuerdo con Peruvemba, el desarrollo de un sistema en color fue una de las razones por las que E-Ink aceptó ser adquirida por PVI. Pero lo más interesante ha sido el anuncio del fabricante chino de libros electrónicos Hanvon, también conocido como Hanwang, de sus planes para iniciar, a finales de año, la producción en masa de un lector de e-books basado en las pantallas en color que está desarrollando E-Ink. Sin embargo, este futuro tan prometedor no contempla mejoras para solucionar la cuestión del tiempo de respuesta ya que, reconoció el ejecutivo, el problema todavía se encuentra en fase de investigación.

Los competidores de E-Ink

Mientras E-Ink se consolida como empresa dominante en el mercado del papel electrónico, es inevitable que otras compañías sigan luchando con nuevas propuestas. Así pues, las firmas desarrolladoras se han centrado en dos aspectos: el uso de un sistema biestable y la aplicación de gráficos en color. De hecho, en la Oficina de Patentes de Estados Unidos se han contabilizado más de 1.200 registros relacionados con estas tecnologías de, entre ellos, compañías como Intel, Fujitsu y Kodak.

Según el analista de DisplaySearch, Jenny Colgrove, se han detectado muchas compañías compitiendo en el mercado del papel electrónico, como SiPix en Taiwán (cuya tecnología está empezando a utilizar Asus) e incluso Bridgestone (sí la misma que fabrica neumáticos), gracias a sus desarrolladores en Japón. Ambas empresas han mostrado prototipos de e-readers en color. Asimismo, la firma holandesa Irex ha anunciado que planea la distribución de un modelo de libro electrónico en color para 2011.
Pero uno de los modelos de lector electrónico que más interés está generando es el que Qualcomm tiene en desarrollo, aunque ésta sea más conocida por su tecnología para redes móviles. La tecnología de Qualcomm MEMS empleada en este dispositivo se denomina Mirasol y ya fue presentada hace varios años.

Mirasol es una tecnología de modulación interferométrica (IMOD) que al igual que sus rivales de la electroforesis, permite que las pantallas funcionen mediante luz ambiental y no necesiten retroiluminación para visualizar su contenido, como sí ocurre con los monitores LCD. Utiliza dos placas conductoras que se separan al aplicarles una carga eléctrica; de manera similar a como un prisma crea un arco iris, una pantalla Mirasol presentará colores distintos cuando la luz pase a través del sistema, pero siempre en función de la distancia que exista entre las dos placas.
Desde Qualcomm apuntan que Mirasol es un sistema superior a la tecnología basada en electroforesis que utilizan E-Ink y otros fabricantes por diversos motivos. Por un lado, porque con el sistema Mirasol, el tiempo de respuesta es más rápido, lo que favorecerá la reproducción de videos y, por otro, porque es más eficiente a nivel energético que sus rivales.

Las pantallas Mirasol saldrán próximamente en China con el móvil C108 de Hisense y en sistema monocromo. Además, Qualcomm MEMS Technologies y el fabricante taiwanés Inventec dieron a conocer la terminal Inventec V112 en el Mobile World Congress, llevado a cabo en Barcelona, España, que usará como monitor secundario una pantalla Mirasol de 1,1 pulgadas. De igual manera, se espera para el tercer trimestre del año el lanzamiento de un lector de libros electrónicos con una pantalla en color de 5,7 pulgadas y que podría ser la nueva generación del Kindle, según afirmó Cheryl Goodman, director de Marketing de Qualcomm.

No obstante, podría existir una alternativa a estas tecnologías de pantalla para libros electrónicos, según apunta el analista James McQuivey, de la consultora Forrester Research, quien ve muy posible implantar modelos híbridos que reúnan lo mejor de la tecnología LCD con los avances proporcionados por los modelos de luz reflejada, como la electroforesis o la modulación interferométrica, entre otros. La compañía Pixel Qi ha mostrado unos prototipos de 10 pulgadas, con pantallas transflectivas (las habituales en dispositivos PDA) que ha aplicado en netbooks y lectores de libros electrónicos. La firma defiende que su sistema ofrece una calidad de imagen superior y mejora la legibilidad, sobre todo en interiores, que es cuando el sistema activa la retroiluminación LCD.

En definitiva, aunque en el futuro se pueda imponer alguna de las tecnologías que hemos explicado, no cabe la menor duda de que 2010 está siendo un año espléndido para el mercado de dispositivos de libros electrónicos. Porque según apunta la consultora DisplaySearch, este año se prevé triplicar el número de pedidos de estos dispositivos; en concreto, el cambio podría suponer el salto de los 5 millones del año pasado hasta unos 15 millones de pedidos a lo largo de 2010.

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