viernes, 31 de agosto de 2012

::Siete creencias fatales para tu negocio::

Tu cerebro puede estar impregnado de ideas mortales para tu empresa. Deshacerte de ellas puede ser la solución para lograr el éxito. ¿Quieres identificarlas? La vacuna para este mal generalizado puede estar a un clic de distancia.


“Algunas ideas son el virus más peligroso; muy resistentes y extremadamente contagiosas”, dice atinadamente Dom Cobb en la película “Inception”, interpretada por Leonardo DiCaprio. Como se describe en la cinta, el cerebro es un aparato muy poderoso, para bien o para mal. Durante nuestro crecimiento y con ayuda de nuestros familiares y amigos, heredamos una serie de creencias a las que consideramos reales sin cuestionarlas. Sin embargo, estas creencias –en ocasiones archivadas en lo más profundo de nuestro cerebro– determinarán cómo actuaremos frente a ciertas situaciones de la vida e influirán fuertemente en nuestros resultados. El riesgo reside en que si estas creencias están equivocadas o distorsionadas, se traducirán en resultados desastrosos para nuestro negocio. Para muestra, he aquí algunas de ellas.

Uno: El dinero no es importante
Si algo no es importante para ti, definitivamente no formará parte de tu vida y viceversa: si algo es importante para ti, seguro estará presente. Por ejemplo, si para ti es muy importante la música, es probable que hayas comprado un reproductor digital o algún celular que te permita almacenar cientos de canciones o probablemente tengas varios aparatos musicales en tu casa; si la música no es importante para ti, entonces es muy probable que no hayas adquirido ninguno. ¿Simple no?

Pues debo decirte que de la misma manera funciona el dinero. Si tienes la creencia de que el dinero es malo o no es importante, entonces simplemente no tendrás dinero. Observa cómo por lo regular las personas que tienen esta creencia están quebradas o siempre han estado en situaciones financieras precarias. Es obvio, el dinero no es importante para ellas, por eso no lo tienen.

Ahora, no se trata de obsesionarse con el dinero ya que en efecto, hay muchas áreas en las que el dinero no funciona. Sin embargo, en el tema empresarial, el dinero es un factor fundamental. El dinero te permitirá mantener y crecer tu negocio, alcanzar tus sueños y sobre todo, generar bienestar para ti y para tus colaboradores así como para sus familias. El empresario hace un bien a la sociedad al generar empleos y en este contexto, el dinero es factor fundamental. Así que ten mucho cuidado con tu actitud hacia el dinero. Dale el respeto e importancia que éste merece.

Conclusión: El dinero importa mucho en los negocios.

Dos: “Para que un empresario gane alguien tiene que perder”
En México tendemos a creer que aquel empresario que se hace rico siempre lo hace a costa de los demás, como si la economía fuera un juego de suma cero: para que alguien gane otro tiene que perder. Esto es totalmente incorrecto y es dañino para nuestra cultura empresarial y para la sociedad en general. 

Comencemos entendiendo una cosa: el dinero es infinito, así es… infinito. En el siglo pasado, el dinero en circulación estaba respaldado por lingotes de oro en los bancos centrales así como por otras monedas como dólares o libras, por lo que es natural pensar que había un límite en cuanto a la cantidad de dinero que podía circular. Sin embargo, esto ya no es así. Desde hace algunas décadas, el dinero está respaldado por la percepción y la confianza de los mercados; los lingotes... ya no existen. Diariamente ocurren millones de transacciones electrónicas que suman cantidades estratosféricas de dinero, y los bancos no mueven ni un sólo billete de sus bóvedas. Es la confianza en los sistemas legales, bancarios y económicos del país lo que hoy garantiza el valor de una moneda. Por esta razón, los gobiernos constantemente están imprimiendo más dinero. 

Conclusión: No tienes que quitarle a alguien su dinero para hacerte millonario.

Tres – “A ojo del amo engorda el caballo”
Esta es una de las frases más comunes y equivocadas que existen en nuestra cultura empresarial. Si esto fuera cierto, ¿cómo le hicieron entonces los dueños de McDonald’s, Pizza Hut, WallMart o cualquier franquicia o cadena de negocios para abrir miles de sucursales alrededor del mundo y operar todas de manera simultánea? ¿Cómo le hacen los grandes empresarios para manejar cientos de negocios y seguir creciendo?

Son los sistemas y procesos de negocio los que te permiten operar varios negocios de manera simultánea sin la necesidad de estar micro-manejando a tu personal para garantizar la calidad. La tecnología te ayuda a controlar de manera remota lo que sucede en tu empresa, así como automatizar gran parte de tus procesos, para que puedas tener una, dos o mil sucursales. 

Conclusión: busca que tu negocio funcione sin ti. Para eso sirven los sistemas.

Cuatro. “Si quieres que algo se haga bien, tienes que hacerlo tú mismo”
Para muchos empresarios, no hay nadie en la empresa que pueda hacer las cosas mejor que ellos. Normalmente quien tiene esta creencia ha construido lo que algunos autores han definido como un “autoempleo”, es decir, la persona ha avanzado lo suficiente como para proveerse de un trabajo a sí mismo (y quizá a un par de personas más que figuran como sus asistentes) pero el dueño sigue siendo el experto. “Yo trabajo para mí mismo” o “soy mi propio jefe” son frases comunes de las personas que están en esta situación. 

Sin embargo, si lo analizamos con un poco de profundidad, son el peor jefe que han tenido: trabajan largas jornadas (mucho más de 8 horas diarias y a veces sin descanso los fines de semana), en ocasiones no reciben su salario completo y si algo sale mal corren con todos los riesgos. Adicionalmente, el día que llega una enfermedad que les impide trabajar… dejan de tener ingresos cuando más lo necesitan (si se enferma el experto entonces quién hace el trabajo). Visto de esta forma, “trabajar para uno mismo” es el peor trabajo que se puede tener, ¿o no?

No importa como lo justifiques, pero el empresario que todo el tiempo está haciendo las cosas por el mismo, es simplemente un empleado. El problema es que cuando estamos en este punto, aún no hemos comprendido que la labor de “el empresario” ya no es realizar el trabajo, sino crear un sistema fiable que permita entregar el producto con ciertos estándares de calidad. Es decir, no es lo mismo hacer sándwiches que desarrollar un negocio de sándwiches. Mientras que el primero se limita a la cocina y a cómo combinar correctamente los ingredientes (el jamón, el queso, la mayonesa, etcétera), el segundo debe encargarse no sólo del proceso de producción, sino del capital humano, la comercialización y la distribución del producto(quién hace los sándwiches, cómo los hace, quién los vende, en cuánto los cobra, cómo los entrega).

Conclusión: El empresario debe trabajar construyendo el negocio y no para el negocio.

Cinco. “Que el negocio no funcione… no es mi culpa”
La economía, el gobierno, la globalización, los empleados, la competencia… siempre tendemos a culpar a otros de lo que nos sale mal en los negocios. La realidad es que los únicos culpables somos nosotros mismos; si, en efecto, nosotros. He aquí la prueba: somos nosotros los que decidimos qué productos vendemos, somos nosotros los que decidimos a qué precio los vendemos; en qué plazas los vendemos; a qué mercado lo vendemos; con quién nos asociamos; a quién contratamos, y cuánto pagamos, sólo nosotros. 

Sólo nosotros creamos nuestro éxito o nuestro fracaso. Para poder triunfar primero tenemos que asumir la responsabilidad de que todo lo que sucede en nuestra vida, depende directamente de nosotros, porque una vez que comprendemos esto y lo aceptamos de corazón, entonces entendemos que está en NOSOTROS “el poder” cambiar nuestra situación. Si nosotros somos los responsables de nuestro destino, entonces nuestro destino puede ser ¡EL QUE NOSOTROS QUERAMOS!

Conclusión: toma control de tu vida y define tu propio destino.

Seis. Crecer el negocio es difícil y me traerá más problemas
Hay por ahí una frase que dice: “no existen problemas grandes, sólo personas pequeñas”. Si bien es cierto que una empresa más grande traerá consigo nuevos desafíos, también traerá mayores satisfacciones y beneficios. No es sólo una cuestión de orgullo personal, sino una necesidad. Las empresas, hoy en día, necesitan salir de su zona de confort y volverse más competitivas. Los mercados cambian rápidamente y la competidores son cada vez son más capaces. Al igual que las personas, un negocio nunca permanecerá estático: o crece o desfallece.

¿Pero cómo crecer sin que se vuelva una pesadilla? Quizá la respuesta radique en tener el personal adecuado y definir las principales obligaciones que debe tener cada nivel jerárquico en la empresa. Dejemos claras estas responsabilidades: una persona técnica (la base de la pirámide) no puede más que administrar cómo hace su propio trabajo y un gerente debe administrar el trabajo que hacen las personas que están a su cargo para hacerlas productivas. ¿Y el empresario o dueño de empresa?... pues la principal labor del empresario (y en donde muchos empresarios inicialmente fallamos) es comunicar y motivar a nuestros gerentes y colaboradores para que juntos logremos concretar la visión que tenemos del negocio. No estamos hablando necesariamente de más trabajo, sino de un trabajo muy especial que sólo el dueño de negocio puede ejecutar. ¿Cuánto tiempo has pasado en este año pensando en tu visión y comunicándola a los demás? ¿Estás haciendo realmente el trabajo que te corresponde?

Conclusión: la principal labor del empresario consiste en motivar a sus colaboradores para concretar su visión.

Siete. Los libros de desarrollo personal son un fraude
Esta quizá esta sea la más peligrosa de las distorsiones que pueden existir en nuestra mente, ya que precisamente esta creencia te impedirá cambiar todas las demás. Muchas personas piensan que un libro de desarrollo personal tiene que ver con técnicas mágicas para mejorar o hacerse millonario. Ésta no es la realidad.

Existen muchos libros serios que te ayudarán a poner tu negocio en perspectiva; incluso te describirán algunos de tus problemas y sus posibles soluciones. El camino del empresario ya se ha andado muchas veces. El conocimiento está disponible a cambio de unos cuantos centavos y tiempo de tu parte. Con este tipo de lecturas, entenderás que el éxito tiene dos factores clave: el conocimiento de los negocios y la actitud o mentalidad hacia ellos. Sin la actitud y el conocimiento adecuado, será difícil que llegues a tus metas.
Los libros son fuente de ideas muy útiles en la generación de estrategias y procesos empresariales. Además nos ayudan a reforzar nuestra cultura empresarial y quitarnos de encima precisamente las ideas equivocadas que nos limitan. Leyéndolos aprenderás valiosas lecciones de grandes empresarios. Por citar a algunos autores: Brad Sugars, Michael Gerber, T Harv Ecker, Brian Tracy, Robert Kiyosaki, Napoleon Hill, W. Clement Stone, entre muchos otros. Busca sus libros, aprende y vacúnate contra las ideas equivocadas; esta es la única manera de crecer como empresario.

Conclusión: Más lectura reflexiva y menos televisión. 

¿Conoces otras creencias erróneas o limitantes? Me encantaría recibir tus comentarios. No me resta más que desearte mucho éxito en tus negocios.
Diego Bañuelos es Licenciado en Computación por la Universidad Autónoma Metropolitana y cuenta con un posgrado en Planeación Estratégica por la Universidad Anáhuac. Su área de especialidad se relaciona con la creación y distribución de productos de software comercial y con la optimización de procesos empresariales utilizando la tecnología. Actualmente se desempeña como Director General de Grupo BFX, firma especializada en estrategias de comercialización a través de Internet. Twitter: @diegobanuelos

miércoles, 29 de agosto de 2012

::Tres conceptos básicos de negocio que todo empresario debe conocer::

Pueden parecer muy obvios, pero son casi un misterio para la mayoría de los emprendedores, e incluso para un buen número de empresarios añejos; sin embargo, son los pilares de una empresa exitosa. Búscalos, identifícalos y aprovéchalos en las decisiones para hacer crecer tu negocio.


Durante una entrevista que me hicieron hace unos días, el reportero me preguntó qué pueden hacer los dueños de las microempresas para tener más clientes y conservar a los que ya tienen. La verdad, hablé como perico más de dos minutos antes de darme cuenta de que se me había olvidado aclarar un “pequeño” detalle: de qué tipo de negocio estábamos hablando. Mi querido reportero puso una bellísima cara de perro en el periférico y me contestó: “No sé. Usted dígame, ¿de qué tipo de negocio hablamos?” Entonces... yo puse cara de perro en el periférico.

Primer concepto básico: Sólo hay dos tipos de negocio

Como lo lees. Sólo hay dos tipos de negocio: transaccionales y relacionales.
Los negocios transaccionales son aquellos que venden productos o servicios que son de “consumo duradero”. Se llaman así porque, en general, tienen ciclos de recompra muy largos. Por ejemplo: casas, automóviles, hospedaje de vacaciones, muebles para baño, materiales de construcción.

Los negocios relacionales son aquellos que venden productos y servicios de consumo rápido o inmediato. Al contrario de los transaccionales, los clientes recurren a ellos con frecuencia y tienen ciclos muy cortos de recompra. Por ejemplo: salones de belleza, papelerías, farmacias, talleres mecánicos, cines, restaurantes.

Hay empresas que están en los dos tipos de negocio, prueba de ello es la agencia de coches. Las ventas de automóviles son transaccionales, mientras que el taller de servicio es relacional.

Así que ya tenemos el primer concepto fundamental. Ahora ya sabes qué tipo de negocio tienes.

Segundo concepto básico: cuánto vale un cliente

El activo más valioso de cualquier tipo de negocio son sus clientes. Ya parezco abuelo regañón, pero es una gran verdad. Son los clientes los que llevan el dinero a la empresa.

Si hablamos de un negocio transaccional obtener este valor es relativamente sencillo, pues casi cada venta que se logra corresponde a un cliente diferente. Así, en una empresa de bienes raíces que vende 50 casas al mes es casi seguro que cada venta corresponda a un cliente. 

Cuando nos referimos a un negocio relacional, el asunto se complica un poco. Veamos: Un restaurante cuenta con 2,500 transacciones de venta al mes; sin embargo, es muy probable que haya clientes que consuman en el lugar varias veces durante el mes. 

La única manera de saberlo es crear una base de datos de los clientes y llevar un registro de cada visita por cliente. Así, en el caso de las 2,500 transacciones, después de un mes de control, descubrieron que hay 230 clientes que consumen en el restaurante 9 veces en promedio al mes. 

Lo anterior significa que ellos son responsables de más de 2,000 transacciones mensuales, y el resto corresponde a clientes menos intensivos. Ahora, supongamos que esos 230 clientes tienen una expectativa de permanencia de 3 años en el negocio. 

Hagamos una cuenta rápida. Cada uno de esos clientes visita el restaurante 9 veces al mes, que son 108 transacciones al año. Si en cada visita gastan 75 pesos, cada cliente vale 8,100 pesos anuales; por 3 años de permanencia en el restaurante, cada cliente vale 24,300 pesos a valor actual.

Ya tienes el segundo concepto básico. Ahora sí, viene la pregunta difícil: ¿Cuánto cuesta un cliente?

Tercer concepto básico: cuánto cuesta un cliente

Sin importar el tipo de negocio, siempre se hace una inversión constante en conseguir clientes. Antes de que protestes diciendo que la mejor publicidad es la que se hace de boca a boca, déjame aclarar algo: hasta los negocios que no se anuncian gastan en promoverse para conseguir clientes. Ya sea contratando vendedores o simplemente por abrir sus puertas al público, se está invirtiendo en promover el negocio.

Volvamos a la agencia de bienes raíces. Dijimos que vendió 50 casas, vamos a suponer que todas valían lo mismo: 1 millón de pesos. Por lo tanto, el total de ventas del mes fue de 50 millones. La comisión por venta es del 6%, así que la agencia recibió 3 millones de pesos en comisiones. De ellos, 1 millón lo repartió en comisiones a sus vendedores; 300 mil los gastó en publicidad, 100 mil en teléfonos y 50 mil en renta. Sus gastos totales son de 1 millón 450 mil pesos. 

Si dividimos esta cantidad entre 50 clientes, cada cliente le costó 290 mil pesos a la agencia de bienes raíces.

En el restaurante los números cambiarán, pero siempre existirá un costo por conseguir o retener a un cliente.

Así tenemos nuestro tercer concepto básico. ¿Y para qué sirven estos conceptos? Principalmente para tomar decisiones informadas. Ahora sabes que hay que invertir recursos para obtener clientes, y que esa inversión es constante. 

Los empresarios exitosos manejan con soltura estos conceptos y valoran a sus clientes como un activo de gran importancia en su negocio, no sólo de dientes para fuera. Saber cuánto te cuesta conseguir un cliente, te demuestra lo peligroso que es perderlo. Le da un nuevo significado al trillado lema que reza: “nuestros clientes son lo más importante”, pues ahora sabes que de verdad lo son.

Empezar a hacer promociones, publicidad o cualquier esfuerzo de ventas sin conocer el valor y la aplicación de cada uno de estos conceptos en tu negocio, es tan peligroso como regalarle una sierra eléctrica a Jack "El Destripador". Pero como él mismo diría: vamos por partes.

Y aunque todavía nos quedan algunos conceptos pendientes, por hoy se nos terminó el espacio. Pero sigan atentos a las ideas, prometo volver.
Enrique Gómez Gordillo es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Anáhuac con especialidad en Mercadotecnia y Ventas. Actualmente se desempeña como asesor en estrategias de ventas y mercadotecnia de respuesta directa para pequeños y medianos negocios a través de conferencias, seminarios, coaching y consultoría especializada.


Fuente:http://www.ideasparapymes.com/contenidos/pymes-conceptos-empresario-tipos-de-negocio-clientes-ventas-exito.html

lunes, 27 de agosto de 2012

::Las cuatro patas de la mesa: una parábola de negocios::

Para emprender y mantener un negocio exitoso no sólo se requiere dinero y trabajo; se requiere desarrollar otras habilidades fundamentales. La receta para balancear tu negocio y lograr su consolidación, podría estar a un clic de distancia.
Todos nosotros estamos familiarizados con las mesas; por supuesto me refiero a las mesas comunes y corrientes, cuyo funcionamiento es tan simple como cuatro patas soportando un tablón. Así mismo sabemos distinguir sin mucha dificultad cuando una mesa funciona bien o no. Cuando sus cuatro patas son sólidas, se encuentran fuertemente unidas a un tablón parejo y bien terminado, y tienen el largo adecuado de tal modo que la mesa no se tambalea, entonces podemos estar seguros que la mesa cumplirá bien con su propósito. Pero tomemos en cuenta las siguientes preguntas:


  • ¿Qué pasa cuando una de las patas de la mesa es más corta que las demás, o peor aún, solo tiene tres patas?
  • ¿Podrá una mesa sostenerse con sólo dos patas?, ¿o con una? 
  • ¿Qué pasa si una o más patas no están sólidamente unidas al tablón?


Seguramente se está usted preguntando: ¿qué es lo que tiene que ver una mesa con los negocios? Mucho, si partimos del hecho de que todo negocio, sin importar su tamaño, su antigüedad o su giro, se comporta como una mesa. Permítanme explicar esta analogía. 

Los pilares de un negocio

Toda empresa, para estar sana y cumplir el propósito para el que fue creada, necesita de cuatro pilares fundamentales y de un balance apropiado entre ellos a fin de soportar adecuadamente las operaciones del negocio. De lo contrario, se corre el riesgo de que está pudiera desaparecer. Esto es particularmente cierto para aquellos que están por iniciar o tienen poco de haber iniciado (menos de dos años de existir). Si en la planeación preliminar se deja de lado alguno de estos cuatro aspectos, será muy difícil generar la inercia suficiente para que el negocio logre consolidarse a mediano y largo plazo, aún cuando parezca haber tenido un arranque prometedor.

Los cuatro pilares a son:

  1. Capital. Todo negocio requiere de cierto capital para funcionar; la cantidad depende del giro, tamaño y alcance de éste, y abarca conceptos como lo relacionado a la inversión en equipo o maquinaria, los gastos en promoción y publicidad, o el capital de trabajo, entre otros. El flujo de efectivo viene a ser para un negocio como el aceite para un motor, sin importar lo potente que éste sea, sin “aceite se desviela”.
  2. Conocimiento técnico. Si eres cerrajero, debes saber abrir una chapa. Si eres marinero, más te vale saber distinguir entre un timón y un ancla. Aunque de los cuatro, éste es generalmente el aspecto más fuerte, me he encontrado casos en los que no existe un verdadero conocimiento de aquello a lo que el negocio pretende dedicarse. Si no dominamos el aspecto técnico de nuestro negocio, tarde o temprano nuestros clientes lo notarán, y se irán con un verdadero experto.
  3. Conocimiento administrativo. En un negocio, es preciso tener al menos ciertas nociones de administración, de lo contrario, en un abrir y cerrar de ojos podemos perder el control de lo que está ocurriendo en el día a día; si el negocio crece no sabríamos cómo organizarnos adecuadamente. En fin, sin administración adecuada no puede existir orden y crecimiento. ¿Le suena familiar?
  4. Sistema de comercialización. No importa cuanto capital se tenga, qué tan experto se sea, o cuantos postgrados y maestrías en alta dirección tenga nuestro personal, si los clientes batallan para encontrar y/o comprar nuestros productos o servicios, o peor aún, no saben que existimos, el fracaso es casi seguro. En términos generales este aspecto no solo abarca la venta, también la promoción y la entrega; hacerles saber a nuestros clientes lo que hacemos, y el cumplir eficientemente en tiempo y forma con dichos ofrecimientos, es de vital importancia.

Balanceando las cuatro patas

Si analizamos esta situación detenidamente, llegaremos a la conclusión de que no es posible decir cuál de estos pilares es el más importante, ya que los cuatro están íntimamente relacionados entre sí y ninguno puede ser suplido por los demás. Por ejemplo, en mi experiencia asesorando empresas, he encontrado que en general el aspecto del capital que más problemas ocasiona a los dueños y/o administradores, es el poder conseguir un adecuado manejo del capital de trabajo. 

Esto generalmente tiene que ver con un descontrol ocasionado por problemas en cuanto al conocimiento administrativo, principalmente afectado por decisiones que se toman sobre los gastos. Así mismo el capital se verá afectado si las ventas, dentro del sistema de comercialización no andan bien, y las ventas no andarán bien por mucho tiempo, si el conocimiento técnico no anda bien. Así, vemos que todos se interrelacionan.

Aun cuando ahondaremos en los detalles de cada una de las “patas de la mesa” en artículos subsecuentes, pienso que el mirar su negocio desde la perspectiva de ésta parábola, provee una forma sencilla de evaluar su situación actual. Pregúntese:

  • ¿Están balanceadas las cuatro “patas” de mi negocio?, ¿cuál o cuales necesito reforzar?
  • Si crezco, ¿cuál “pata” sería la primera en verse afectada?
  • Si inicio un nuevo negocio o línea de negocio, ¿éste tendría cuatro “patas” firmes?


Depende de usted y de su creatividad la forma de su mesa, es decir, el tipo y características de su negocio, pero, si desea tener éxito en éste, más vale que se asegure de tener cuatro “patas” bien firmes para soportarlo. Hasta la próxima.
César Iván Díaz es Ingeniero Industrial y en Sistemas Organizacionales por la ULSA y posee un postgrado en Finanzas por la UNAM. Es consultor y conferencista en temas de estrategia y mejora continua, y socio director en Doxa Soluciones, firma de consultoría especialista en PyMEs.

jueves, 23 de agosto de 2012

::Conoce si tienes el perfil de empresario y emprende tu propio negocio::

Existen muchas razones para emprender tu propio negocio: independencia, autorrealización y crecimiento económico; pero, ¿tienes realmente lo que se necesita para ser empresario?
Iniciar tu propio negocio no es un evento de poca importancia. Todo lo contrario, tiene una serie de implicaciones que transformarán de manera importante tu vida. Por ello necesitas entender de manera honesta y objetiva, cuáles son las razones que te llevan a emprender y si has desarrollado las habilidades necesarias para este tipo de tarea.


Descubre las razones reales para emprender tu propio negocio



Cuando escucho a la gente decir: “abro un pequeño negocio, contrato a un empleado y recibo el dinero de las ventas”, me doy cuenta de que la persona en cuestión nunca ha manejado un negocio propio. Esta descripción se apega más al perfil de un “inversionista”, cuya labor es muy distinta a la de “dueño de negocio propio”.

Un negocio propio puede significar trabajar como nunca antes has trabajado y retará al máximo tus habilidades. Incluso pueden pasar años antes de que el negocio se mantenga por sí mismo (denominado “equilibrio financiero”) y se vuelva rentable.

Sin embargo, una vez consolidado, un negocio propio puede ser la fuente de la realización de tus sueños personales y al mismo tiempo, un generador de bienestar para terceras personas mediante la creación de fuentes de empleo; además, te permite vivir con independencia y tomar las riendas de tu propio destino.

Sí, las recompensas son múltiples pero el camino no es necesariamente corto o sencillo, por lo que debes contar con la mayor cantidad de información posible antes de iniciar. Muchos asesores de negocios recomiendan visitar un negocio similar al que deseas emprender e inclusive trabajar por algún tiempo como empleado en uno. Observa detenidamente al personal y la gente que lo visita, la distribución de la mercancía y el mobiliario; ¿te imaginas dirigiendo un negocio como éste? ¿Qué harías igual y qué harías diferente? ¿Qué podrías hacer para mejorarlo?

El perfil del emprendedor exitoso

Aunque es casi imposible definir quién tendrá éxito emprendiendo y quién no, todos los empresarios exitosos comparten una serie de habilidades y actitudes entre sí. A continuación listamos algunas de ellas:


Creativos e innovadores. Son personas abiertas a experimentar nuevas formas para hacer las cosas, capaces de reconocer las oportunidades cuando las ven. Son gente que utiliza su pensamiento creativo para resolver los problemas con originalidad. 

Enfocados a concretar. Los emprendedores exitosos son normalmente individuos altamente motivados con la habilidad de concretar lo que se proponen. Su frase favorita es “manos a la obra” y son capaces de lograr que se materialicen los pensamientos.

Líderes. Son personas influyentes y con credibilidad; ejercen su atracción e influencia en los demás para lograr fines comunes.


Perseverantes y tolerantes a la frustración. Sin duda nadie nace sabiéndolo todo y menos en un mundo tan cambiante como el actual. La gran mayoría de los emprendedores exitosos fallaron en algún momento, aprendieron de sus errores, corrigieron el camino e intentaron de nuevo hasta encontrar la fórmula del éxito, y nada garantiza que no se vuelvan a equivocar. No obstante tienen en mente la máxima: “El que persevera alcanza”.

Previsores y solucionadores de problemas. Los emprendedores exitosos reconocen los problemas como parte inherente de todo negocio. Por ello previenen la mayor cantidad de eventualidades; y cuando aparecen, utilizan métodos creativos para resolverlas y evitar contratiempos.

Interesados en el desarrollo personal y profesional continuo. Un emprendedor exitoso reconoce que la capacitación es una inversión y no un gasto; lee todo lo que puede sobre negocios y sobre su industria en particular; asiste a la mayor cantidad posible de eventos relacionados con su giro y siempre piensa en cómo ser mejor.

Si cuentas con todas estas habilidades, ¡qué esperas! Estás listo para emprender tu negocio. Pero si no las tienes, no te desanimes, todas ellas pueden ser aprendidas. Busca más información al respecto, inscríbete en cursos relacionados con la habilidad que deseas desarrollar, observa quién tiene el perfil que buscas e intenta averiguar cómo lo han logrado. El conjunto de todas estas habilidades te convertirá en un empresario exitoso.
Diego Bañuelos es Licenciado en Computación por la Universidad Autónoma Metropolitana y cuenta con un posgrado en Planeación Estratégica por la Universidad Anáhuac. Su área de especialidad se relaciona con la creación y distribución de productos de software comercial y con la optimización de procesos empresariales utilizando la tecnología. Actualmente se desempeña como Director General de Grupo BFX, firma especializada en estrategias de comercialización a través de Internet. Twitter: @diegobanuelos


Fuente:http://www.ideasparapymes.com/contenidos/Pefil-empresario-existoso-emprende-tu-propio-negocio.html

miércoles, 22 de agosto de 2012

::¡Cuidado! ser empresario tiene sus riesgos, pero permanecer como empleado... todavía más::

¿Tienes la inquietud de formar tu propia empresa, pero por azares del destino, todavía no te has decidido? Aquí te presentamos tres pasos definitivos para que te conviertas en un empresario en serio y dejes de arriesgarte a permanecer como empleado el resto de tu vida.

Ser empresario no es una labor sencilla, mucho menos en nuestros días. Vivimos en un mundo cada vez más globalizado, en donde las cosas están cambiando a tal velocidad que es difícil seguirles el paso. Las formas tradicionales de hacer negocios se redefinen, los mercados evolucionan, industrias enteras desaparecen y aparecen otras nuevas. Sin embargo, además del cambio vienen nuevas y grandes oportunidades de negocio, que traerán consigo grandes retos para líderes capaces e imaginativos.

Por ello si deseas aprovechar estas oportunidades y tomar las riendas de tu propio destino, necesitas darle la verdadera dimensión a la tarea. No basta con tener ganas de ser empresario; no basta con creer que se cuenta con una buena idea y aburrir a tus amistades con ella en todas las reuniones sociales; no basta con abrir “un changarro” para sacar a duras penas los gastos; para ser un empresario en serio debes ir mucho más allá. 

Cada persona es diferente y cada caso es único; pero, con base en mi experiencia personal, migrar de empleado a empresario representa cuando menos tres pasos muy marcados: 

  1. Estar firmemente convencido de querer ser empresario o morir en el intento.
  2. Tener un proyecto viable y con altas posibilidades de éxito.
  3. Adquirir las habilidades y aptitudes necesarias para concretarlo y llevarlo al éxito.


Decidiéndote a emprender tu propio negocio

Son muchas las razones internas o motivaciones personales que pueden influir en una decisión de esta naturaleza: ser tu propio jefe, libertad de elección, autorrealización, elevación del nivel de vida. En fin, éstas son sólo algunas de las posibles recompensas de ser empresario.

Sin embargo, existen otras razones externas muy importantes y que debemos considerar seriamente. Con base en cifras del INEGI, en México hay cerca de 41 millones de personas menores de 19 años, jóvenes que se irán incorporando año tras año al mercado laboral. La población económicamente activa (PEA) o la fuerza laboral del país se calcula en unos 44 millones de personas. 

¿Qué pasará en los próximos 20 años en México? Unos 20 millones de adultos mayores dejarán de laborar, pero se habrán integrado otros 40 millones jóvenes, lo que se traduce en una fuerza laboral de aproximadamente 60 millones de personas. De este simple cálculo se desprende el tan popular millón de empleos anuales que requerimos como país para poder satisfacer la demanda laboral.

¿Qué significa lo anterior? En términos simples y utilizando la ley de la oferta y la demanda, supone lo siguiente: a mayor oferta laboral, menores sueldos y salarios. A menores sueldos y salarios, menor nivel de vida y menores opciones individuales. Así de sencillo. Por tanto si sigues pensando tener un buen empleo el resto de tu vida, piénsalo dos veces: ni tu edad ni el costo de la vida disminuyen con el paso del tiempo.

Desarrollando tu idea de negocio

No todas las ideas son necesariamente oportunidades de negocio y no todas las oportunidades de negocio son adecuadas para nosotros. Piensa en los miles de negocios que abren sus puertas y que cierran antes de los primeros dos años. Te puedo asegurar que sus propietarios creían inicialmente que tenían una gran idea. ¿Entonces qué pasó? De manera simple, NO ERAN VIABLES. 

Para que una idea sea una oportunidad de negocio viable, existen múltiples factores que debemos considerar. Por ejemplo:

- Tenemos que encontrar un problema que podamos resolver o una necesidad que podamos satisfacer el negocio en sí)

- Tenemos que estar seguros de poder resolver el problema o satisfacer esa necesidad con eficiencia, ya sea trabajando nosotros mismos o por medio de empleados o socios (capacidad técnica u operativa)

- Tenemos que resolver el problema o satisfacer la necesidad mejor que el resto de competidores (ventaja competitiva o diferencial)

- Tenemos que resolver el problema a un bajo costo, para que con el remanente podamos operar y crecer (márgenes y viabilidad financiera)

- Tiene que haber una cantidad razonable de personas o empresas con el mismo problema o necesidad, de tal manera que aun cuando sólo le vendamos a una pequeñísima porción del mercado, nos baste para operar el negocio (demanda suficiente)

Todos estos factores se consideran en lo que se denomina “plan de negocio”. Un plan de negocio bien realizado te permitirá determinar precisamente si tu negocio es viable o no. Te recomiendo que te acerques a un profesional en la elaboración de planes de negocio o a una persona que tenga experiencia en este ramo. 

Además de estos factores, considera que te debe gustar el negocio. Está comprobado que tienes mucho más probabilidades de éxito como empresario si disfrutas y te apasiona lo que haces. 

Steven S. Little, un reconocido consultor empresarial, menciona en su libro “Crecimiento de pequeños negocios” la siguiente idea: “La pregunta correcta no es: ¿Qué negocio debo emprender?… La pregunta correcta es: ¿Qué negocio debo poner en marcha que explote al máximo mis habilidades, pasiones y contactos?”. Responde a esa pregunta y será más factible que cuentes con una buena idea de negocio.

Haciendo tu proyecto realidad

Uno de los errores que cometemos muchas personas cuando emprendemos por primera vez, es creer falsamente que al ser expertos en nuestras áreas de especialidad, tendremos grandes probabilidades de ser exitosos como empresarios. Es decir, pensamos que por el simple hecho de ser buenos ingenieros civiles o buenos contadores públicos podemos disponer de una empresa constructora o un despacho contable de prestigio. Nada más alejado de la realidad. 

Un buen ingeniero civil y un buen contador son sólo eso: un buen ingeniero civil y un buen contador. Para ser empresario, se necesitan otras habilidades. Se requiere saber de mercadotecnia, ventas, planeación estratégica, contabilidad, finanzas, impuestos, cuestiones legales. Además de habilidades emocionales para liderar equipos de trabajo, tratar con clientes y realizar acuerdos de negocios.

En consecuencia, debes prepararte lo mejor posible y estar adecuadamente asesorado antes de emprender. Una de las opciones es solicitar apoyo en las incubadoras. Las incubadoras de negocios son organismos encaminados a asesorar y entrenar emprendedores para crear negocios viables. Este tipo de organismos te apoyan desde la planeación, hasta la ejecución del proyecto, así como en la adquisición de habilidades gerenciales. Incluso algunas te ayudan a conseguir capital o financiamiento por medio de inversionistas o fondos gubernamentales.

Lo más valioso de colaborar con una incubadora es que te ayudará a construir escenarios de negocios más reales y a planear tus acciones con base en éstos. Además, estarás expuesto a los conocimientos básicos para concretar y consolidar tu negocio, que muchas veces nada tiene que ver con tu área de especialidad.

Sin lugar a dudas, el camino del empresario no es nada fácil, pero como advierte el dicho popular: “en esta vida, nada que valga la pena lo es”.
Diego Bañuelos es Licenciado en Computación por la Universidad Autónoma Metropolitana y cuenta con un posgrado en Planeación Estratégica por la Universidad Anáhuac. Su área de especialidad se relaciona con la creación y distribución de productos de software comercial y con la optimización de procesos empresariales utilizando la tecnología. Actualmente se desempeña como Director General de Grupo BFX, firma especializada en estrategias de comercialización a través de Internet. Twitter: @diegobanuelos


Fuente:http://www.ideasparapymes.com/contenidos/ideas-para-emprender-negocios-habilidades-gerenciales-incubadoras.html

lunes, 20 de agosto de 2012

::5 maneras de matar un negocio abierto al público::

¿Quieres acabar con tu negocio? Aquí te presentamos cinco prácticas que, de seguir al pie de la letra, terminarán rápidamente con cualquier negocio saludable. Nota importante: evitarlas produce el efecto contrario. La receta, a un clic de distancia.

En nuestros tiempos todos los negocios enfrentan una competencia cada vez más numerosa y mejor preparada. Simultáneamente, los medios electrónicos sumados a los dispositivos móviles y las redes sociales, permiten que los consumidores nos comuniquemos y expresemos nuestras experiencias, buenas y malas. Por esta razón, resulta necesario incorporar las mejores prácticas, o en este caso, dejar de lado algunas prácticas que resultan dañinas para todo establecimiento abierto al público. He aquí cinco de ellas que necesitas evitar, si lo que se quiere es permanecer en el mercado. 

No aceptes tarjetas bancarias


Una de las políticas más frustrantes es el molesto condicionamiento al pago con tarjetas de crédito o débito, por ejemplo: “si no compra más de x cantidad, no puedo aceptarle tarjeta”. La bancarización es un fenómeno irreversible en nuestros días. Inclusive, se están experimentando nuevos mecanismos de pago a través de celulares y otros dispositivos móviles.

El no cobrar con tarjeta bancaria tiene implicaciones más allá de pagar comisiones o impuestos: te hace perder clientes. Estos clientes podrían haber comprado una y otra vez en tu establecimiento, generándote un ingreso mayor por compras recurrentes o clientes referidos. Ofrece a las personas siempre todos los mecanismos de pago posibles. Entre más opciones de pago tengas, menos objeciones presentará el cliente al momento de decidir su compra, y más venderá tu negocio; entre menos opciones de pago, menores serán sus compras y menores tus ingresos, así de simple.

Emplea a tu enemigo


Muchos empresarios hacemos un pésimo trabajo de selección de personal cuando elegimos a las personas que atenderán a nuestros clientes. Cualquier individuo que por razones del puesto deba tratar con la clientela debe tener un perfil “orientado a las personas” es decir, le debe gustar tratar con la gente y servir a los demás. Ahora, hay personas que no tienen actitud de servicio y esto no está mal, simplemente no son los adecuados para este tipo de puestos. ¿Cuántas veces nos ha sucedido que una persona a cargo de algún establecimiento no nos saluda al entrar, hace poco contacto visual con nosotros, no sonríe y hasta parece que no quiere que compremos nada para no incomodarlo? Este tipo de personas alejarán a tus clientes rápido, muy rápido.

Como ejemplo de la importancia que tiene contar con actitud de servicio, hablemos del caso de Starbucks. Con 40 años en el mercado y más de 17,000 sucursales a nivel mundial, Starbucks es una de las marcas más exitosas de nuestros tiempos. Llama la atención su misión con respecto a sus clientes. 

El texto a la letra dice: “Cuando nos entregamos de lleno a lo que hacemos nos relacionamos con nuestros clientes, reímos con ellos y les levantamos el ánimo, aunque sea por un instante. Es cierto que comenzamos nuestro trabajo con la promesa de una bebida preparada a la perfección, pero es mucho más que eso. En realidad se trata de relacionarnos con las personas.” Starbucks cree firmemente que el éxito de su negocio no es en realidad la calidad del café, sino el establecer relaciones con las personas. Sin duda, su filosofía ha sido exitosa.

Genera inconsistencias entre tus sucursales


La idea de contar con múltiples sucursales va más allá de la generación de ingresos, sino darle al consumidor más ubicaciones para adquirir tus productos, según su conveniencia. Sin embargo, al tener varios puntos de venta pueden existir inconsistencias que confundan o molesten al cliente, entre ellas:

  • No vender los mismos productos en todas las sucursales
  • No respetar las horas de apertura y cierre
  • Tener diferente calidad en los productos o una experiencia de compra distinta
  • Precios dispares en sucursales de la misma plaza

El modelo de franquicias, que es uno de los modelos de negocios más exitosos en nuestros tiempos, le da gran importancia a la estandarización en los productos, a la imagen del local y a la experiencia de compra, buscando que estas no varíen entre sucursales. Muchas marcas han confirmado que mantener la experiencia en todas las ubicaciones es un factor clave del éxito: mismo producto y misma experiencia, aquí y en China. 

No hagas publicidad


Si eres de los empresarios que cree que el producto se vende sólo y que hacer publicidad es repartir volantes a la redonda o pegar panfletos en los postes… estás viviendo en el siglo pasado. La competencia a la que nos enfrentamos en nuestros días nos obliga a diferenciarnos de los demás, a destacar entre la multitud haciendo cosas diferentes. 

Todos los negocios necesitan mercadotecnia y publicidad. Hoy en día, un local abierto al público debe invertir (de manera enunciativa más no limitativa) en mejorar la imagen de su local comercial, hacer campañas en revistas zonales, establecer programas de lealtad (las tarjetitas de descuento por ser cliente frecuente sí funcionan) y sobre todo, en utilizar al máximo los medios electrónicos y el Internet: redes sociales, publicidad en dispositivos móviles, videos en YouTube, entre otras cosas. Recuerda que hacer publicidad pagará con creces y no hacerlo… también.

Dile siempre que “NO” a tu cliente


NO estará a tiempo, NO quedó bien, NO se va a poder, NO lo tenemos disponible, NO lo pudimos conseguir, no, no, no... cada vez que dices “NO” estás matando a tu negocio, cliente por cliente. Todos los consumidores buscamos ser atendidos con amabilidad, prontitud y profesionalismo. Queremos sentirnos satisfechos con los servicios que adquirimos, felices si es posible. 

Tener a la mayoría de los clientes satisfechos no es tan difícil aunque a veces lo parezca. La forma de hacerlo es crear procesos estandarizados en todas las áreas clave del negocio, que eviten problemas, aseguren la calidad de nuestros productos y garanticen experiencias positivas, vez tras vez. 

No me cabe duda que en el futuro sobrevivirán las mejores empresas, las que realmente se preocupen por incorporar las mejores prácticas. La creciente competencia y una clientela cada vez más informada y exigente, se encargará de liquidar a los demás. Mucho éxito en tu negocio.
Diego Bañuelos es Licenciado en Computación por la Universidad Autónoma Metropolitana y cuenta con un posgrado en Planeación Estratégica por la Universidad Anáhuac. Su área de especialidad se relaciona con la creación y distribución de productos de software comercial y con la optimización de procesos empresariales utilizando la tecnología. Actualmente se desempeña como Director General de Grupo BFX, firma especializada en estrategias de comercialización a través de Internet. Twitter: @diegobanuelos

viernes, 17 de agosto de 2012

::9 hábitos útiles para incrementar la productividad en tu empresa::

La capacitación en la empresa empieza por aprender a trabajar. Pero, ¿realmente tienes los conocimientos necesarios para enseñar a tus empleados no sólo a realizar sus labores sino a ser más productivos? La respuesta puede estar a un clic de distancia.

Cuando pensamos en capacitar a nuestro personal, generalmente acuden a nuestras mentes un sinfín de cursos que podemos ofrecerles. 

Desde cursos de computación o de inglés, hasta cursos más sofisticados en ventas, servicio al cliente, manejo de inventarios, etc, lo cierto es que se ofrecen en el mercado una variedad infinita de cursos, diplomados y talleres para capacitar a los empleados. 

Pareciera que la capacitación es meramente una cuestión de asignar el dinero y facilitarle el tiempo al empleado para que se supere dentro de su área de especialidad, esté más motivado y sea más productivo.

Sin embargo, pasamos por alto que la capacitación debe empezar por cuestiones mucho más básicas: el primer curso debe ser el de aprender a trabajar y, para ello, nosotros tenemos que ser los primeros en tomarlo. De esta manera estaremos en posibilidades de hablar el mismo lenguaje con nuestra gente.

Bases de la productividad laboral

La causa primordial de la baja productividad de un empleado puede tener sus raíces en la FORMA de trabajar y no en el trabajo mismo. La productividad se puede medir de diversas formas pero, de manera simple la podemos definir como la relación entre la cantidad de trabajo realizado y las horas trabajadas. Un trabajador apto y hábil puede ser capaz de realizar mucho trabajo en menos horas que sus compañeros y, por tanto, decimos que es más productivo.

Sin embargo, la cantidad de trabajo no siempre es el principal indicador de la productividad; esto es cierto especialmente en el área de servicios, donde es más subjetiva la evaluación del trabajo del empleado y más difícil de cuantificar. Podemos tener el caso de un empleado muy inteligente y capacitado en su área pero que no puede “sacar” adelante tanto trabajo como sus compañeros. Si le aplicamos una prueba de conocimientos podremos convencernos de que no se trata de ignorancia o falta de pericia; se trata de desorganización interna y problemas para dar prioridades a las actividades cotidianas.

Esta es, justamente, la capacitación más básica e importante para todo empresario: aprender a organizar las tareas, a priorizarlas, a iniciarlas y terminarlas. Se dice muy fácil pero lo cierto es que no ocurre tan fácilmente en la realidad. Cuando aprendemos a trabajar es mucho más fácil enseñarle a trabajar a nuestra gente.

Aprendiendo a trabajar

El aprendizaje empieza por casa así que intentemos aplicar las siguientes rutinas a nuestro trabajo diario y, después, transfiramos este método a nuestros empleados.


A continuación mostramos algunas herramientas que pueden ser útiles para iniciar el aprendizaje de Aprender a Trabajar:

  1. Al inicio del día, revisar la lista de pendientes del día anterior y agregar las nuevas actividades que hayan surgido durante la mañana.
  2. Elegir aquellas acciones que requieren de solución inmediata. Subrayarlas con algún color llamativo (amarillo, por ejemplo).
  3. Empezar a resolverlas: hacer la llamada telefónica, enviar el fax o el mensaje, llevar los papeles, salir a recoger la documentación, cualquier acción que implique la realización real, física, contundente de esa actividad.
  4. Continuar con la siguiente actividad y empezar a solucionarla.
  5. Ir agregando a la lista las nuevas actividades que vayan surgiendo durante el día y utilizar algún tipo de símbolo que nos ayude a identificar el grado de importancia o urgencia de cada una.
  6. Al término del día, cerrar los asuntos terminados, archivar la documentación.
  7. Antes de salir de la oficina, retomar el listado de la mañana y tachar aquellas actividades que ya se terminaron de realizar. Dejar la lista a la mano para iniciar al día siguiente.
  8. Al término del día, la pila de papeles debe ser más pequeña que como estaba en la mañana cuando iniciamos las labores.
  9. Es importante contar con una agenda, una libreta, un block de post-it, un reloj con alarma o cualquier otro artículo que nos facilite anotar y, posteriormente, recordar lo que tenemos pendiente. Es una fantasía el pensar que podemos recordarlo todo. No existe la “mala memoria” para un empresario; sólo existe la disciplina o la negligencia de apuntar los pendientes.


Aprendiendo a priorizar

Uno de los retos más importantes que enfrenta el empleado cada día es el de ser asertivo al priorizar las tareas. Lo que es apremiante para el jefe puede no serlo para el empleado. Si el jefe no es lo suficientemente claro en cuanto a lo que necesita, es probable que el empleado aplique sus propios criterios al decidir la prioridad de cada actividad. Y aquí es donde empiezan los problemas y los malentendidos.

Algunas sugerencias para evitar contratiempos en la asignación de prioridades pueden ser:

  • En vez de decir que “nos urge”, especificar dentro de cuanto tiempo esperamos nos entreguen lo que solicitamos. Es más recomendable decir que necesitamos la información “a más tardar” en dos horas o dos días, que decir “me urge”.
  • Permitirle al empleado analizar y, si es el caso, proponer una fecha distinta en caso de que el trabajo se pueda realizar en menos o más tiempo del solicitado. El empleado suele tener mejor idea de lo que implica la realización de la tarea.
  • Hagamos peticiones concretas, utilizando pocas palabras, con órdenes o instrucciones claras y sencillas.
  • Pidamos UNA COSA A LA VEZ.
  • Pidamos al empleado que también APUNTE LOS PENDIENTES.
  • Tengamos claro nosotros lo que queremos ANTES de pedirlo. Así sabremos cómo solicitarlo.
  • Revisemos con nuestros empleados si la lista de actividades que nosotros elaboramos para cada uno de ellos es la misma que ellos apuntaron en sus agendas. Es importante cerciorarse que todos tienen la información que les corresponde.
  • Si nuestro listado de pendientes es muy extenso y diverso, convendría hacer varios listados por categoría o por tema o por responsable. Por ejemplo, puedes conseguir unos post it más grandes y escribir las actividades en distintas hojas o listados. Ahí mismo puedes ir tachando aquellas que el personal te va entregando como finalizadas.
  • Si un expediente, carta, informe, reporte, lleva más de una semana en tu escritorio sin “moverse”, es necesario archivarlo, delegarlo, destruirlo o resolverlo. 

Muchas personas salen a la tienda y compran agendas electrónicas muy sofisticadas, tienen además una agenda de escritorio, un calendario colgado en la pared, una secretaria y muchos otros recursos para acordarse de lo que tienen que hacer. Aún así, se les olvida consultar la agenda, abrir el calendario, poner la alarma, etcétera. No son cosas las que debemos comprar, sino desarrollar hábitos útiles. Aún si contamos con todos los equipos mencionados anteriormente, si no nos acordamos de consultarlos, de todas formas los vamos a olvidar. 

Así que querido empresario, manos a la obra: empecemos por organizar nuestro escritorio para luego transmitir nuestra experiencia a nuestro equipo de trabajo. Echemos mano de nuestra libreta y lápiz y dejemos que ellos carguen con nuestros pendientes para resolverlos de manera más rápida y con menos estrés.
Martha Nieto es Maestra en Dirección Internacional y Lic. en Administración por el ITAM. Combina su cátedra en la universidad y su labor como consultora, con su labor empresarial como operadora de hoteles. Imparte talleres a dueños de empresas y a ejecutivos de alto nivel ofreciendo soluciones en materia organizacional, de facilitación de procesos y de optimización en la asignación de recursos. Actualmente escribe para "Tiempo de Cozumel" y para la Revista Ammje Cozumel y participa en el programa de televisión semanal "Encuentro de Opiniones".

jueves, 16 de agosto de 2012

::Guía para comprar TI::

A medida que tu empresa crece es necesario renovar el parque tecnológico para garantizar la continuidad de las operaciones y apalancar la productividad. Software, hardware, soluciones llave en mano… Todo se vale, siempre y cuando responda a una necesidad real de negocio. ¿Vas a salir de compras? Considera los siguientes consejos. Establece objetivos. Define con ayuda de un experto en Tecnologías de la Información y, basado en tu plan de negocio, por qué requieres tal o cual producto, o una reingeniería tecnológica. Pregúntate qué beneficios vas a obtener, en cuánto tiempo, cómo los medirás, cuánto vas a invertir y, muy importante, cómo vas a pagar.

No te precipites. Analiza la oferta. Pregunta a tus socios y gente experta. Investiga ‘casos de éxito’ o usuarios que hayan implementado la misma solución que deseas comprar. Son la mejor referencia.

Capitalízate. Aunque hay soluciones a medida de todos los bolsillos, es importante que definas cómo y en cuánto tiempo vas a pagar. La banca comercial y de segundo piso, cuentan con alternativas de financiamiento.

Paso a paso. Uno de los errores más comunes es querer hacer todo de una sola vez. Puedes hacer un plan escalonado, de modo que la actualización sea por áreas o periodos.

Elige bien. Selecciona un socio tecnológico que te ofrezca no sólo la mejor solución, sino el soporte y capacitación adecuados. Microsoft cuenta con un amplio portafolio especialmente diseñado para ti que quieres crecer tu negocio. Microsoft Office 365, por ejemplo, te ofrece características de colaboración, comunicación y seguridad en una plataforma basada en la nube. ¡Haz una prueba de evaluación sin costo! Otra alternativa es Windows. Conoce las promociones vigentes.

Finalmente, recuerda que la tecnología no es la varita mágica que va a resolver todos los problemas de tu organización, pero si haces una buena selección puedes mejorar por mucho tu productividad.

Fuente:http://potencialpymes.azurewebsites.net/?p=12621#more-12621

miércoles, 15 de agosto de 2012

::Marketing Profesional::

¡Te invitamos a checar esto!, ¡Interesante¡ http://puntovertical.unlugar.com/marketingprofesional.pdf

martes, 14 de agosto de 2012

::Porque los clientes no compran su producto::

Falta de confianza, mala atención o precios poco atractivos pueden ser algunas de las causas por las que su empresa no vende como realmente espera.

Al momento de comprar un producto o un servicio en una empresa, existen una serie de factores que inciden en que la venta se lleve a cabo en forma exitosa. Factores que pueden ser manejables en el momento o posteriormente, evitando así que su empresa entre en crisis.
Uno de estos factores y el más importante es la confianza: si el cliente no confía en la empresa, no compra y la empresa, por su parte, no gana. Esto puede surgir a partir de una mala atención, servicio o simplemente por la queja de otros clientes. Para revertir esta situación, tendrá que invertir tiempo en conocer al cliente, sus necesidades y gustos, para así dar con el producto o servicio que realmente lo deje contento. Preocúpese además de entregar al cliente toda la información relevante de su empresa: los proveedores con los que trabaja, los productos, cómo opera el negocio, y sobre todo, tener buenas referencias de otros clientes.
Otro factor es el dinero: Existen las ganas de tener el producto, pero el cliente no cuenta con los recursos suficientes para ad-quirirlo. Una solución a este punto y que distingue a un buen vendedor del resto, es hacer sentir al cliente que la satisfacción que el producto o servicio va a producirles será mucho mayor a desprenderse de ese dinero. Junto a ello, puede pensar en algunas facilidades de pago, promocionesdescuentos y todo lo que pueda significar un beneficio para el bolsillo del consumidor.

El interés es otro factor importante:
 los clientes no tienen la necesidad de adquirir su producto. Es más, reciben a diario miles de ofertas similares. La misión de sus vendedores estará en convencer a ese cliente de que su producto le traerá miles de beneficios que, sin duda, le cambiarán la vida. Resaltar las ventajas de su producto y focalizarse en los beneficios permitirá revertir la falta de interés de su comprador.
El entendimiento también es un factor clave: ¿Cuántos clientes de su negocio muchas veces no entienden cómo funciona un producto o para qué les sirve realmente? Muchas veces, cuando un cliente se encuentra con un producto rebuscado, difícil de operar, prefiere dejarlo a un lado. Dedique tiempo a explicar las características de su producto: regale muestras, realice demostraciones en vivo, permita que su cliente se familiarice con el producto.
El apuro muchas veces hace que el cliente salga de su empresa sin adquirir producto alguno: piensan que podrán realizar la compra en cualquier otro momento. Algunas de las técnicas más utilizadas para revertir esta situación consiste en poner fechas límites a la compra de ciertos productos (”Oferta válida hasta”), descuentos por comprar anticipadas o bien reducir el stock. Esto generará mayor deseo y apuro en el cliente.
La percepción de valor y calidad son muy importantes a la hora de cerrar una venta. Muchas veces los clientes sienten que los productos son de baja calidad, ya sea por la imagen de la empresa o por su bajo precio en relación a la competencia. Por ello, demuestre las ventajas y de sus productos frente al de otras empresas y las formas en que su empresa aseguran la calidad de sus productos. Detalle el servicio al cliente, las garantías y todo lo que pueda demostrar que se trata de una empresa seria y, por lo tanto, de calidad.


Fuente:http://www.blog-emprendedor.info/porque-los-clientes-no-compran-su-producto/

lunes, 13 de agosto de 2012

:: ¿Por qué no vendo?::

Es posiblemente una de las preguntas con las que muchos empresarios se despiertan por las mañanas. Muchos desembocan siempre en motivos ocasionales, gubernamentales o de simple coyuntura internacional.

Pero la pregunta sería, cuando vendía ¿se levantaba usted por la mañana pensando por qué vendía? ¿Cuál es la razón por la que su cliente le compraba a usted y no a la competencia? Muchas empresas siguen sin encontrar la razón de su ineficacia comercial sin haber descubierto lo anterior.

En todas las escuelas de negocio se satura el lenguaje utilizado por la palabra “cliente”, esa que trae de cabeza al director de marketing, pero para vender con él, más que para él, podemos empezar haciendo:

Si se trata de una empresa donde se cumpla la ley de Pareto (el 80% de mi facturación lo genera el 20% de mis clientes) es imprescindible irse a ese selecto grupo de clientes y preguntarles al menos una vez al año qué quieren (ahora en crisis, casi una vez al mes).

Conviértase en su partner, más que en su proveedor. Pregunten siempre a sus clientes por qué le han comprado, a través de encuestas, breves formularios, etc.
Si su negocio está parcialmente o al completo en internet, implante un sistema de eCustomer Intelligence, conozca a su cliente online, sepa qué quiere, qué necesita, por qué le ha comprado, por qué le dejó de comprar, por qué sólo le compra en determinada fecha, segméntelos, etc.

Intenten mostrar a sus nuevos clientes por qué compraron los antiguos, transmita el grado de satisfacción que obtuvieron. El peso de una opinión de un conocido en la decisión de compra es del 80%.

Contraste las ventas de cada cliente con el facto calendario u otros. Averigüe por qué no le compra en determinadas fechas, ¿interviene la paga extra? ¿El final del crédito mensual de su tarjeta? Y ejecute acciones sobre esto. Hay motivos para pensar que “la cosa está muy mal”, pero no por eso nuestro cliente nos está dejando de facilitar información clave.

Fuente:http://www.granmarketing.com/%C2%BFpor-que-no-vendo/

viernes, 10 de agosto de 2012

::Competitividad en México::

Le invitamos a ver el siguiente enlace, ¡muy interesante! http://cargainfo.com/upload/CyT2012/PresentacionSirius.pdf

jueves, 9 de agosto de 2012

::21 consejos de mercadotecnia de bajo costo::

Se acabó el mito de que para promoverse en el mercado se necesita una gran inversión.
Con 100 empleados y US$10 millones de ingresos anuales, Cynergy Systems -desarrolladora de software en Estados Unidos- aplica técnicas efectivas y económicas de publicidad. Su fundador y presidente, Carson Hager, es contundente: "En realidad los medios tradicionales de mercadotecnia no nos funcionan. Además, no contamos con un gran presupuesto para ello".
La lección de Carson, de 36 años, es simple: antes de iniciar una costosa campaña publicitaria, mejor considera opciones más económicas, pero igual de efectivas. Aquí van 21 tácticas, que requieren una inversión mínima o directamente no tienen costo alguno. Y que seguro te traerán muy buenos resultados a ti y a tu negocio.
1. Involúcrate en las redes sociales. Aparte de publicar un perfil acerca de tu negocio en sitios como Facebook, Linkedin y MySpace, también tienes la opción de crear tu grupo. Las ventajas de esta herramienta: es gratuita y te permite dar a conocer tu marca entre un gran número de personas aficionadas a visitar este tipo de sitios en Internet. Además, el nombre de tu grupo aparecerá en la página del perfil de cada uno de los usuarios.
2. Recompensa las referencias. Cuando los clientes de Choice Translating -un despacho de traducción en Carolina del Norte, EE.UU.- recomiendan los servicios de esta empresa a otras personas, obtienen un regalo. "Y lo mejor de todo es que cada obsequio -que es una pequeña artesanía hecha a mano- no cuesta más de US$5 y a la gente le encanta", afirma Michelle Menard, socia del despacho.
3. Crea un blog. Este recurso cada vez cobra más popularidad. Hoy puedes tener tu propio blog de forma gratuita en sitios como Wordpress.com o Blogger.com. "Se trata del espacio perfecto para escribir comentarios relacionados con tu empresa", dice Hager. Para aumentar el tráfico, participa en otros blogs relacionados con el tema que manejas e incluye en cada uno de ellos una "liga" que remita a los usuarios hacia tu blog.
¿No sabes cómo hacerlo o no tienes tiempo? Wendy Kobler, fundadora de la firma de publicidad Kobler Communications, sugiere que te pongas en contacto con bloggers del ramo donde participas. Estos expertos te pueden asesorar para convertirte en un profesional de la comunicación "en línea". O bien, pídeles que escriban sobre tu negocio en diferentes espacios. En ocasiones, los bloggers llegan a tener una reputación tal que su nombre es reconocido en el mundo virtual; por lo tanto, sus palabras llegan más lejos de lo que puedes imaginar.
4. Cultiva la relación con tus clientes. "Los programas de lealtad motivan a los consumidores a regresar con mayor frecuencia", asegura Denise Dorman, experta en relaciones públicas y fundadora de la firma WriteBrain Media. "Crea un espacio en tu blog para que los clientes ingresen sus datos y, de inmediato, comiencen a recibir productos y promociones exclusivas".
Premia con descuentos y regalos a quienes más compras realicen. Recuerda que una vez que estableces un lazo emocional entre tu negocio y tus consumidores, te convertirás en una marca para ellos.
5. Habla más fuerte. Kobler recomienda que, para darte a conocer, participes como orador en ferias comerciales, exposiciones y reuniones de asociaciones del sector al que pertenezcas. Incluso puedes organizar un evento en las instalaciones de tu negocio e invitar a tus clientes (actuales y potenciales) para que conozcan las diferentes líneas de productos y servicios que vendes. También involucra a tus proveedores para que participen como patrocinadores. Así, todos salen ganando.
6. Distribuye contenido. Las herramientas para distribuir contenido y novedades de manera gratuita o invirtiendo una mínima cantidad de dinero, como PRWeb.com, te pueden ayudar a promocionar tu negocio "en línea". Otros servicios de noticias gratis en Internet son i-Newswire.com, Mininova.org y TheFreeLibrary.com. En español, algunas opciones son Ambosmedios.com y Abastodenoticias.com. Tú eliges cuál es la que más te conviene.
7. Explota tu información. Para hacer más eficiente la operación de su restaurante de ensaladas Green Tango, Billy y Alissa Maupin comenzaron a tomar pedidos vía Internet y mensajes de texto. El resultado: además de comensales satisfechos, este sistema los ayu-dó a conocer los hábitos de compra, el volumen de consumo y el tipo de productos que más demandan los 4,000 clientes registrados en su base de datos. Con esta información, los emprendedores pueden calcular la cantidad de insumos que deben comprar, así como medir la eficacia de las promociones que llevan a cabo.
8. Aprende a enviar correos electrónicos. "Una vez que sepas cuáles son los patrones de compra de tus consumidores, gracias a la base de datos que formaste, sácale provecho", señala Scott Cooper, asesor en mercadotecnia. Por ejemplo, los Maupin revisan los hábitos de consumo de los clientes que hacen pedidos vía Internet para diseñar correos electrónicos con ofertas y promociones hechas a la medida de cada uno.
9. Forma un equipo de súper vendedores. Los empleados del restaurante Green Tango usan camisetas, sombreros, delantales y botones con diferentes mensajes acerca de la marca. "Cuando lanzamos un producto nuevo, utilizamos los uniformes del personal para promoverlo", explica Billy Maupin. Pero no sólo eso. También capacitan a sus colaboradores para promover determinados platillos del menú. Consejo: prepara a todos tus empleados para que se conviertan en vendedores expertos de tu marca.
10. Haz encuestas de calidad. Desarrolla nuevos ganchos publicitarios por medio de la realización de encuestas de opinión. Para ello, pregunta a tus consumidores cuáles son los asuntos o temas de importancia para ellos. Después, utiliza los resultados para publicar (en tu sitio Web o blog) una nota relacionada con lo que, precisamente, ofrece tu negocio. Por ejemplo, quizá a tu público le gusta la lectura. Entonces, puedes anunciar que tu cafetería pronto contará con sillones cómodos e iluminación perfecta para pasar un momento agradable leyendo un libro.
11. Conviértete en un especialista. Los Maupin basaron el diseño del menú de Green Tango en las ensaladas, "pues como advierte el dicho: escoge una sola cosa y hazla bien", sentencia Billy. "Nuestro objetivo es que el público nos conozca como los mejores en esta especialidad". Por eso, lo más recomendable es que te certifiques o cuentes con el reconocimiento de alguna institución o asociación que te avale como un negocio de prestigio en cierta área.
12. Saca el mayor provecho de tus recursos. Por ejemplo, usa tu correspondencia regular -ya sea correo tradicional o vía electrónica- como una oportunidad para publicitarte. Ofrece promociones exclusivas cada vez que envíes una carta o e-mail a tus clientes. Asegúrate de incluir elementos básicos como el logotipo de tu negocio, a fin de que lo tengan siempre presente. O bien, anexa la "liga" de tu página Web o blog para que los usuarios tengan acceso a ofertas y precios especiales en algunos productos o servicios que vendes.
13. Promociónate en los medios. Aprovecha los últimos meses del año para consultar los calendarios editoriales del siguiente periodo de algunos medios de comunicación. "Por lo general, esta información la encuentras en la página Web de las revistas, ya sea en la sección "Media Kit" o "Anúnciese con nosotros", asegura Dorman. Entérate cuáles son los temas que tratará cada fuente informativa y establece una fecha límite para escribir alguna historia relevante sobre tu empresa (y que consideres que podría publicarse).
14. Concursa y aprovecha para publicitarte. Cuando Green Tango fue finalista en el concurso "Mejor ensalada", organizado por el periódico local, los Maupin aprovecharon para comunicar la noticia: enviaron un e-mail a todos sus clientes. Recuerda que participar en las competencias patrocinadas por los medios de comunicación, asociaciones e instituciones es una herramienta efectiva para promocionar tu marca a gran escala.
15. Difunde un video de tu negocio. Una simple videograbadora es todo lo que necesitas para crear videos acerca de tu empresa. Después, súbelos gratuitamente en YouTube, Google Video y otros sitios. Cynergy Systems grabó un sencillo video interno para promover su programa Cynergy Labs, el cual da fondos y apoyo para que los empleados desarrollen ideas y propuestas. Uno de ellos envió el material por correo electrónico a un amigo. En sólo 10 minutos, el video fue descargado cientos de veces -214,000 ocasiones hasta ahora-.
16. Escribe una historia acerca de tu negocio. Si ocurre un hecho relevante en torno a tu empresa, es recomendable que escribas algo al respecto. Una breve nota es suficiente. Lo importante aquí es darla a conocer. Pero si algún medio -a sea periódico, revista o sitio Web- publica la historia utilizando sus propios contactos, al menos asegúrate de que se enteren de que tú también escribiste algo relacionado. De esta manera, entrarás en el radar del editor o productor como una fuente de información para tomar en cuenta en futuras ocasiones.
17. Usa Internet a tu favor. Dorman opina que debes incluir la página Web de tu empresa en sitios gratuitos que te ayuden a aumentar su tráfico, como Delicious.com, Digg.com, Squidoo.com y Yelp.com. "Pero la clave está en lograr que los clientes de tu producto o servicio también te promuevan ahí". Además, los periódicos y páginas de Internet locales tienen calendarios gratuitos "en línea", donde puedes anunciar algún evento, celebración o aniversario relacionado con tu negocio.
18. Sal a buscar a tus clientes. Menard, de Choice Translating, aprovechó que se acercaba el Día de San Valentín para visitar a sus clientes, regalarles chocolates y expresarles su buena voluntad. El obsequio iba acompañado de una divertida tarjeta relacionada con la festividad, donde solicitaba referencias de nuevos clientes potenciales. Asimismo, la emprendedora envió un regalo por correo a quienes no pudo ver personalmente. El esfuerzo resultó en un incremento de US$22,000 en las ventas en cuestión de un mes.
19. Saca provecho a tu ubicación. Si tienes un local de alto perfil, es decir, que está ubicado sobre una calle muy transitada o en una esquina, ¡qué esperas para colocar anuncios en la fachada y así llamar la atención de las personas! Nota: averigua primero cuáles son las reglas de tu localidad al respecto y tramita los permisos correspondientes. Billy Maupin utiliza anuncios pequeños que pueden ser adheridos al piso, que requieren una inversión de entre US$20 y US$30 y resultan un buen medio para anunciar las promociones de temporada.
20. Toma en cuenta la opinión de tus clientes. Invita a tus consumidores a que aporten sus comentarios acerca de varios puntos relacionados con tu negocio, desde el diseño de la tienda hasta la última campaña publicitaria que realizaste. También pueden contribuir con ideas para desarrollar nuevos canales para mantenerte en contacto con ellos y para conquistar más clientes. Recompensa esta ayuda con un pequeño obsequio o un descuento especial.
21. Crea alianzas estratégicas. Investiga qué otros negocios -que no sean tus competidores directos- están dirigidos al mismo mercado meta que atiendes y proponles la creación de una sociedad que convenga a ambas partes. Los Maupin se aliaron con un centro de acondicionamiento físico para promover sus productos naturales entre los clientes preocupados por llevar una alimentación saludable. Así, la gente que acude a sus sesiones de entrenamiento hace su pedido antes de iniciar la clase y, al finalizar, su platillo está listo.