miércoles, 9 de mayo de 2012

::¿A Quién Hay Que Transmitir La Estrategia De La Empresa?::

La transmisión de la estrategia, así como los cambios de esta deben ser transmitidos a todos los niveles de la empresa en su más extenso sentido; directivos, empleados, proveedores, clientes, colaboradores e instituciones... La transmisión de la estrategia, así como los cambios de esta deben ser transmitidos a todos los niveles de la empresa en su más extenso sentido; directivos, empleados, proveedores, clientes, colaboradores e instituciones. La manera cómo realizar dicha transmisión así como el mensaje deberá adaptarse dependiendo de a quién se la debamos transmitir. A los directivos y empleados, deberemos transmitirla, de arriba abajo, pero esto si, asegurándonos que hayan tenido su participación activa en la definición o variación de la misma. Al final la estrategia debe ser algo único e identificador de la empresa, será el eje vertebrador de la empresa y las personas que trabajan en ella. A los proveedores les deberemos transmitir no sólo la estrategia, si no definir los objetivos que perseguimos con esta y de qué manera pueden ayudarnos a conseguir juntos los objetivos prefijados. 


A los clientes les debemos explicar la estrategia o sus variaciones de forma transparente y clara, de manera que puedan leer en nuestras actuaciones, no simplemente acciones a corto plazo, si no una real intención de perduración en el tiempo -Recordar desde estas líneas lo poco que les decimos a nuestros clientes que "les queremos", "que les adoramos", "que estamos muy a gusto con ellos", demasiadas veces se lo decimos cuando ya es demasiado tarde-. A los colaboradores, muchas veces todos aquellos consultores, auditores, abogados, y otros profesionales que nos rodean son los mejores prescriptores de nuestra empresa, de nuestra actividad, de nuestro estilo de hacer las cosas, en especial si a su vez nosotros hemos sido buenos comunicadores y transmisiones de nuestra estrategia, intenciones y quehacer. Finalmente, al resto de partners como las instituciones bancarias, financieras, entes locales, autonómicos y otros, necesitan conocer nuestra estrategia para entender nuestros movimientos a medio-largo plazo. Esto les permite posicionarse respecto de nuestras acciones futuras. Resulta positivo proponerles los avances sobre la futura estrategia, puesto que a menudo esta o su cambio dependerá en gran medida de su disponibilidad a acompañarnos.


 A la par que la transmisión de la estrategia, está la IMPLEMENTACIÓN. Casi todos somos buenos a definir, y a trazar nuevas estrategias, (y si no lo somos, no resulta complicado encontrar buenos profesionales que nos puedan ayudar), pero implementar la estrategia, esto es pasar "del dicho al hecho", es dónde se demuestra realmente la capacidad y validez de un buen equipo. Es evidente que a todas las partes implicadas. Pero ¿sabemos qué hay que transmitir? Actualmente todavía hay numerosas empresas sin estrategia definida. Empresas que no la han tenido pero ahora sí están trabajando en su definición. Y muchas otras empresas que tienen clara su estrategia, algunas desde su inicio. ¿Tenemos definida y escrita también "la Estrategia" para transmitirla? Política y planes de desarrollo a corto y largo plazo. A qué sectores de mercado dirigirse, estudio de sus variables, puntos fuertes y puntos débiles. Con proyectos, objetivos y compromisos claros y escritos, estableciendo además la responsabilidad social que desean mantener... En definitiva la hoja de ruta, que deberán hacer llegar todos los "stake holders", accionistas, directivos, empleados, bancos, proveedores y clientes. Y todavía más: las Empresas Familiares, se enfrentan a un reto suplementario: la sucesión, lo que las obliga a establecer un protocolo escrito, claro, definido, difícil de consensuar y que han de acatar todos sus miembros. "Transmitir" es el escalón superior de "dar a conocer". Transmitir significa asegurarse que el mensaje ha sido comprendido, asimilado y hecho propio, especialmente a todos los que tienen responsabilidad en la Empresa, tanto los accionistas como staff y totalidad de la plantilla. Transmitir la Estrategia de la Empresa, significa transmitir confianza. Confianza en todo el Equipo, ponerte de alguna manera en sus manos ya que conocen el plan estratégico en su totalidad, el hilo conductor de la actividad empresarial, y solicitarles su máximo compromiso. Es obvio que el ideal sería transmitirlo a un equipo coherente y formado, y conseguir comprometer a las personas.


 Quien hace posible el cumplimiento de los planes estratégicos, es todo el equipo, y nos debemos asegurar que esta transmisión haya tenido la duración, la calidad, la asunción personal y compromiso necesario. Si no es así, será solamente un compendio de buenas intenciones. La Estrategia deberá ser definida, clara y escrita. Será transmitida a todas las partes implicadas en el negocio, ajustando la información que se entregue (no cambiándola), a cada grupo. No será lo mismo hacer llegar la totalidad de información completa que posea el Consejo de Administración, que la entregada a los Directores de Departamentos, o al resto de empleados, accionistas, bancos, clientes y proveedores. Dicho de otra manera, la comunicación será veraz, dirigida, pero no deberá caer en el "café para todos". Como ampliación al punto anterior, es evidente que algunos aspectos deben ser dados a conocer exclusivamente a aquellos que les implica su conocimiento. 


Un ejemplo de información dirigida exclusivamente al grupo que pertoca, sería el conocimiento del protocolo familiar, o algunos aspectos del mercado (variables y puntos fuertes-débiles), donde incidir en un futuro. Independientemente, la Estrategia de la Empresa debe ser utilizada como camino para desarrollar la actividad empresarial. Debe establecer un calendario de acciones futuras, Tener claro el mensaje que se transmite, política, filosofía, a donde nos dirigimos, objetivos a corto y a largo plazo. El Plan Estrategico no debe ser inmutable. Hay aspectos que pueden y deben ser cambiados en función del entorno, mercado, clientes y proveedores. Exige un dinamismo, ya que nos movemos en un entorno cambiante. Cualquier variación del mismo, deberá ser inmediatamente transmitida, asegurándonos de la comprensión y compromiso personal del cambio, por parte del equipo. Asimismo debe establecerse claramente un canal para la propuesta de mejoras a dicho Plan. La información real, debe viajar en todos los sentidos. No debe existir una vía única. 


Debemos estimular la participación y premiarla, para evitar que mensajes sensibles puedan ser malinterpretados. Consecuentemente, tan importante como el Plan Estratégico, es definir la comunicación clara del mismo, y ésta estrategia de comunicación, debe estar definida asimismo en el Plan. Una estrategia de comunicación única, enfocada con los objetivos de negocio y correctamente estructurada. Hay que poner medios para evitar las incoherencias en el discurso, y las informaciones sesgadas y paralelas. Y por último, (y aquí no escondo mi predilección personal por las Empresas Familiares): ¿No tenemos la sensación que a ciertas Grandes Empresas, con centenares o miles de accionistas que sólo acuden una vez al año a la Junta General, no les preocupa mucho más la estrategia a corto plazo presentando resultados lo más brillantes posibles del último ejercicio, dando la sensación que a medio y largo plazo Diós dirá?


 Fuente: www.Noticias.com

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