jueves, 17 de mayo de 2012

::¡Descubra Su Verdadero Yo!::

Todo el mundo ha escuchado alguna vez la historia de un ejecutivo talentoso e inteligente que ha perdido la pasión por su trabajo, no va con ganas a la oficina, se estanca y no tiene una salida a la vista o, igual de trágico, el caso de alguien que abandona una carrera de más de 20 años...

Todo el mundo ha escuchado alguna vez la historia de un ejecutivo talentoso e inteligente que ha perdido la pasión por su trabajo, no va con ganas a la oficina, se estanca y no tiene una salida a la vista o, igual de trágico, el caso de alguien que abandona una carrera de más de 20 años.
Alguno más se preguntará ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Debo cambiar de rumbo? El cuestionamiento es hoy por demás apremiante entre quienes están a la mitad de su carrera profesional.
El número de personas que cambia de carrera, sin mencionar a aquellas que lo están pensando, ha crecido mucho en la última década y sigue en aumento. Pero la diferencia entre quien anhela el cambio y sigue en lo mismo, y quien da el salto en busca de una realización personal distinta a mitad de su carrera, no es la que uno esperaría. Al analizar las experiencias de estas personas, no queda duda: es difícil cambiar el rumbo, y esto no se debe a que los gerentes o los profesionales no estén dispuestos a cambiar; incluso muchos intentan reinventarse y dedican a ello mucho tiempo y energía, con un fuerte riesgo personal y profesional.
El problema está en los métodos, no en las motivaciones, si escoge un camino diferente al que le han enseñado, a la larga se tomará la ruta hacia otra carrera profesional, donde encontrará identidad profesional; es el sentido sobre su propio ser desempeñando papeles profesionales, lo que proyecta hacia los demás y, en última instancia, la forma en que vive su vida laboral. Debe quedar claro que trabajar en su identidad es un asunto de destrezas, no de personalidad. Tiene que estar dispuesto a abandonar muncho de lo que se le ha enseñado sobre cómo tomar buenas decisiones para cambiar de carrera, el cambio se produce al revés, primero viene la acción y después el saber.
Plan de tres puntos:
Conózcase a si mismo: Para saber en quién se ha convertido (en la práctica, no en teoría) tiene que poner a prueba la fantasía y la realidad, y no "mirar hacia adentro". Conocerse a uno mismo es crucial, pero normalmente es el resultado y no el inicio del proceso de reinvención; tratar de identificar el "verdadero yo" a menudo provoca parálisis. Mientras espera ese momento fugaz y deslumbrante de la revelación, las oportunidades pasan de largo frente a usted. Para lanzarse tiene que olvidarse de su mente, necesita actuar.
Consulte con asesores de confianza: En tiempos de cambio e incertidumbre, normalmente se busca apoyo en los vínculos más duraderos: familiares y amigos. Sin embargo, cuando se trata de reinventarse, es probable que la gente que lo conoce mejor sea más un obstáculo que una ayuda. Por mucho que quieran apoyarlo intentarán reforzar ?o incluso conservar desesperadamente? las identidades que está tratando de dejar atrás.
Los mentores y compañeros de trabajo más cercanos, pese a sus buenas intenciones, también pueden frenarlo sin proponérselo y los headhunters y los especialistas de outplacement, los profesionales del tema de cambio de carrera, lo pueden mantener atado al pasado con igual eficacia. En la mitad de la carrera, mucha gente busca aprovechar su experiencia en un lugar nuevo. Quiere inventar sus propios trabajos, escapar de las convenciones del mundo corporativo y, en algún caso, hacer algo completamente diferente.
Para romper con el pasado necesita verse desde una óptica nueva, requiere guías que hayan pasado por ello y que puedan entender hacia dónde va. La mejor forma de cambiar de marco de referencia y recibir sustento psicológico es buscar fuera de sus círculos habituales, con gente, redes y comunidades profesionales nuevas.
Pensar en grande: tratar de cambiar todo de una vez lo puede traer de vuelta al punto de partida con demasiada rapidez, y aunque una transición larga y menos lineal, puede dejarlo con la sensación de que ha perdido el tiempo, con pequeños pasos puede hacer que emerja una identidad profesional redefinida con mayor riqueza y mejor sustentación.
Propuesta de la práctica de la identidad profesional
Puede buscar esta identidad con ayuda de tres procedimientos:
A. Elaborar experimento. La única manera de discernir lo que quiere hacer es intentándolo, debe poner a prueba sus fantasías para que no se queden en eso. El concepto de elaborar experimentos se refiere al ejercicio de crear estos proyectos anexos; su mayor ventaja es que puede probar papeles profesionales a escala limitada, sin poner en peligro su empleo actual o tener que dar un salto hacia otras posiciones con demasiada rapidez. Existen muchas formas de crear experimentos que funcionen; hacer trabajos free lance, proyectos temporales, tener contratos externos, asesorías o un trabajo paralelo para conseguir la experiencia y desarrollar habilidades para entrar en sectores nuevos para usted.
B. Cambiar de contactos. Es el ejercicio de encontrar gente que lo ayude a ver y a desarrollar una identidad nueva. Para encontrar otro trabajo se necesita contactos fuera de sus círculos habituales. Obtiene ideas y datos de trabajo al extender sus redes. Durante una época de cambio e incertidumbre es natural buscar refugio en las relaciones de trabajo más cercanas; esto puede ser un error. Para dejar atrás el pasado debe aventurarse en redes de contacto desconocidas y no sólo para conseguir datos de trabajo; seguido son esos extraños los mejor calificados para ayudar a ver en quién se está convirtiendo.
C. Buscar el sentido: En medio de la confusión sobre qué camino tomar, muchos se quedan a la espera de aquel acontecimiento que lo resuelva todo, que transforme sus pasos y tropiezos en una trayectoria coherente, la búsqueda del sentido se refiere a crear propulsores de cambio propios: otorgar a los acontecimientos ?los trascendentales y los mundanos? un significado especial e integrarlos en la historia de lo que llegará a ser.
Cada persona que ha cambiado de carrera profesional tiene una historia sobre aquel instante de la verdad. El momento en que ve las cosas claras es un efecto, y no una causa del cambio, estos tiempos de comprensión tienden a ocurrir muy avanzado el proceso de transición y siempre después de haber pasado bastantes pruebas y tribulaciones. En lugar de operar como catalizadores del cambio, estos instantes sirven para que la gente entienda las transiciones que se han producido durante largo tiempo.
Los acontecimientos que disparan el cambio no sólo lo sacuden de su rutina habitual, sino que también actúan como "colgadores" donde poner las historias de su reinvención. Poner en orden los acontecimientos de la vida y formar una historia coherente es quizás uno de los desafíos más sutiles y a la vez más exigentes de la reinvención profesional. Reinventarse consiste en retrabajar su propia historia.
Las buenas historias se desarrollan a partir de contarlas y volverlas a contar, poniéndolas en la esfera pública, incluso antes de que estén completamente acabadas. Al dar a conocer públicamente lo que busca y el hilo común que vincula su identidad antigua con la nueva, se aclaran sus intenciones y mejora la capacidad para lograr apoyo de los demás.
El camino escogido
La mayoría sabe de lo que está tratando de huir: la rigidez de una carrera definida en forma demasiado estrecha, un trabajo poco auténtico o sin estímulos, una politiquería aturdidora en la empresa o la falta de vida fuera del trabajo. Hallar una alternativa que se ajuste a usted perfectamente, así como encontrar su misión en la vida, no sucede de la noche a la mañana. Se requiere tiempo, perseverancia y mucho trabajo. No obstante, no basta con el esfuerzo, también se necesita un buen método y destreza para practicarlo. La idea de trabajar en su propia identidad hace caso omiso de todo aquello  que le han dicho sobre escoger una carrera.
Le pide dedicar la mayor parte de su tiempo y energía a la acción y no a la reflexión, actuar en vez de planear. Le dice que abandone la búsqueda de un plan detallado y que acepte un camino sinuoso. Sin embargo, lo que parece ser un proceso milagroso, es un proceso de aprender haciendo, algo que cualquiera puede realizar. Recuerde que demasiada reflexión puede llevarlo a la "parálisis por análisis", que lo regresa al lugar en que se encuentra y por tanto será mejor que actúe en el diseño e implantación de su futuro ya.
Miguel Agustín Verduzco( )

El autor es fundador de Guelmen Consultores Correo: Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla
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