uena fácil, y es muy importante la administración pública. Pero no es tan fácil, trae consigo muchos problemas, ¿a quién se le da gusto? ¡Cuidado! No es de dar gusto, es de cumplir con un deber, con una obligación. ¿Cuál es el compromiso, cuál es la obligación, quién nos comprometió? ¿Quién aceptó este compromiso y por qué? ¿Quién recibe el beneficio, y quién recibe el mérito? ¿Hasta dónde se cumple cuando no hay constancia en la administración de esta obligación? Nuestros sistemas de gobierno nos exigen un cambio en su manejo que en ocasiones también se transforma en un cambio de visión. ¿Y ahora qué pasa? ¿Quién otorga esta obligación? ¿Quién determina cuáles son los niveles de necesidad que requieren más atención que otros? ¿Los que tienen más influencia, los que tienen más necesidad, o es a criterio del administrador?
En un mundo ideal en el que se determinan causas y se emiten leyes, todo se ampara a la luz de la justicia, de la equidad. La intención siempre es transparente, desafortunadamente el desenlace se vuelve turbio, no necesariamente porque ocurren eventos mal encausados, sino porque nos confundimos en lo que percibimos como “nuestro derecho” y lo que actualmente se propone a “nuestro favor” o en contra de “nuestros objetivos”. Nos envolvemos en la incertidumbre de no saber qué es más importante, “¿la necesidad” o “el que allana la necesidad”? Nuestra polémica se expone, y sus resultados son los que observamos en una comunidad confundida por las declaraciones que no coinciden con los resultados que la comunidad hubiera querido obtener.
A quién nos dirigimos, a quién culpamos por no haber obtenido conclusiones satisfactorias. Conclusiones que, consideramos, son más importantes y superan los objetivos de otros. Lo obvio es dirigirnos a nuestros líderes, a los que deciden. Aquí surge otro problema: ya no es solamente lo que se ignoró, una necesidad no realizada o desviada, ahora hay que ver quién lo desvió o lo ignoro, ¿por qué lo hizo?, ¿por malicia, por ignorancia, por indiferencia, o simplemente no vio el valor del objetivo, o no midió las consecuencias de su decisión?
Ya llegamos a otro tema, la personalidad del líder, su educación, su experiencia, sus intereses, su cultura económica, su visión, sus contactos políticos, sus ambiciones y su preparación. Y algo muy importante, ¿está consciente del impacto de sus decisiones? ¿Comprende las consecuencias?
¿El líder, quién es, y por qué es necesario que tenga ciertas características? ¿No es suficiente que tenga ganas de servir a su municipio, su estado, su país? ¿Por qué es necesario que se prepare? No solamente para crear un plan que cumpla con los compromisos básicos de ser gobernante, sino con la obligación de mantener una visión que alcance aun lo que no hemos entendido como necesario, visualizando nuestro destino con el objetivo de no quedarnos atrás en trampas sin salida. ¿Qué significa esto?
Un gobierno que no sabe escuchar crea ideas sin modelos exitosos. Pero, de dónde nació este gobierno, de nosotros mismos que le dimos el poder, entonces vamos a revisar en dónde fallamos si es que estamos descontentos, cómo logramos el éxito si es que estamos conformes. Si no están las condiciones de nuestros gobiernos como consideramos deben ser, ¿qué se fue de nuestras manos, por qué resultó ser el culpable y no el triunfador? El beneficio público está a nuestro alcance, pero por lo regular nosotros nos quedamos en el camino equivocado pensando que nuestro deber era solamente exigir y no participar o cumplir con nuestro gobierno. El próximo mes comenzamos la discusión con las obligaciones de un administrador público.
En Laredo, Texas, la universidad de Texas A&M International University/El Centro Binacional imparte una serie de seminarios ejecutivos internacionales. El día 30 de abril inició el primero de la serie con un sábado de observaciones, presentaciones y una mesa redonda. La mañana se dedicó a presentaciones de Nadbank en las que Gerónimo Gutiérrez Fernández presentó las cantidades de recursos disponibles para proyectos en nuestra frontera. Al mediodía, el gerente municipal de Laredo, Texas, Carlos Villareal, presentó los proyectos de Laredo, y la forma en que el municipio maneja sus deudas. Por la tarde, a petición del presidente municipal de Nuevo Laredo, Benjamín Galván Gómez, se mostró la historia del proyecto “Puente Internacional 4/5”; el juez del Condado de Webb, Danny Valdez, y Carlos Villareal, dieron a conocer sus intenciones respecto a este tema.
El segundo evento de la serie se llevará a cabo este verano; la fecha y los temas se informarán oportunamente en El Mañana. Si le interesa registrarse, llame al (956) 326-2834 para apartar su lugar.
Fuente: Revista Entorno Junio 2011 http://entornolaredo.com/?p=565
Instituto para la Competitividad y el Comercio Exterior de Nuevo Laredo, Impulsando a Nuevo Laredo como una de las Ciudades más Competitivas de México.
jueves, 16 de junio de 2011
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